Roban campana de bronce ubicada al costado del altar en parroquia de El Quisco, tras intento fallido de forzar el Santísimo Sagrario.
Un nuevo hecho delictual afectó a la comunidad de la parroquia San Juan Evangelista, en la comuna de El Quisco. Un individuo ingresó al templo e intentó forzar el Santísimo Sagrario, el lugar sagrado donde se resguardan las hostias consagradas. Aunque no logró su cometido, sustrajo una campana de bronce ubicada a un costado del altar.
El párroco de la comunidad, padre Cristian Moya Huerta, expresó su preocupación, señalando que este no ha sido el único intento de robo en el templo. “Durante estos días, nuestra comunidad parroquial se ha visto afectada por una serie de ataques de personas que entran buscando qué robar”, afirmó.
El sacerdote detalló que el primer intento ocurrió el domingo 19 de enero, cuando unos delincuentes ingresaron al recinto escalando un muro perimetral, rompieron una puerta y forzaron las ventanas para entrar a una de las salas. “Incluso intentaron forzar la puerta de mi casa mientras yo estaba adentro. Gracias a Dios no lograron ingresar”, relató.
El segundo incidente ocurrió el martes 4 de febrero, alrededor del mediodía. Un sujeto solitario entró al templo e intentó abrir a la fuerza el Santísimo Sagrario. “Tuvimos mucho temor. Afortunadamente, no logró profanarlo, pero sí se llevó una campana del templo que estaba adosada a la muralla de la salida de la sacristía. Esa campana sonaba cada vez que el sacerdote salía a celebrar la Eucaristía”, explicó el padre Cristian.
Tras los hechos, la parroquia presentó una denuncia ante Carabineros y la Fiscalía, esperando que se tomen las medidas correspondientes. Asimismo, el sacerdote destacó que la llegada del verano y el aumento de turistas en la comuna han traído consigo un alza en hechos delictuales. “El Quisco es un lugar tranquilo durante el año, pero en la temporada estival llegan personas que no vienen precisamente a descansar, y eso nos ha obligado a tomar medidas de seguridad en la parroquia”, señaló.
Entre las acciones implementadas, la parroquia ha restringido el acceso vehicular al templo, permitiendo únicamente el ingreso peatonal por el costado del recinto, con el objetivo de mejorar la vigilancia y controlar quién entra y sale de la comunidad parroquial.
