Sábado 31 de agosto: San Ramón Nonato, destacado entre los mercedarios, se formó bajo la guía de San Pedro Nolasco.
San Ramón Nonato, una figura destacada entre los santos mercedarios, nació en Portell, Lérida, España, a principios del siglo XIII, probablemente en 1204. Su nacimiento fue extraordinario, ya que vino al mundo mediante una incisión urgente que el vizconde de Cardona practicó en el vientre de su madre fallecida, lo que le valió el sobrenombre de «Nonato».
Desde su juventud, mostró una profunda devoción religiosa mientras pastoreaba cerca de una ermita dedicada a San Nicolás, en la que se veneraba una imagen de la Virgen María. Posteriormente, ingresó en la Orden de la Merced, donde se formó bajo la guía de San Pedro Nolasco y se dedicó a la redención de cautivos en tierras musulmanas. Durante una misión en Argel, fue encarcelado y sometido a torturas, llegando a serle colocado un candado en los labios para impedirle hablar y consolar a los prisioneros.
Tras ser rescatado por sus hermanos mercedarios, el papa Gregorio IX lo nombró Cardenal, pero falleció en 1240 antes de poder llegar a Roma. Su cuerpo, cuya posesión fue disputada entre la Orden de la Merced, el vizconde y la villa de Cardona, fue confiado a la Providencia divina. Colocado sobre una mula ciega, sin guía que la dirigiera, avanzó hasta la ermita de San Nicolás, donde finalmente recibió sepultura.
San Ramón Nonato fue canonizado el 20 de octubre de 1655 por el papa Alejandro VII.
Fuente: Orden de la Merced.
Imagen: Fragmento del óleo sobre lienzo «San Ramón Nonato» (1650), por Antonio del Castillo y Saavedra.
