El nuevo Pontífice pronunció su primera homilía con los cardenales. Abordó los desafíos actuales de la Iglesia, proponiendo un modelo de humanidad centrado en el Evangelio y la dignidad de la persona.
El Papa León XIV inicia su pontificado con una invitación clara a renovar el compromiso de fe. En la Misa celebrada con los cardenales, pronunció su primera homilía en la Capilla Sixtina y delineó el camino que espera para la Iglesia. Inspirado en la confesión de Pedro —«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo»—, el Pontífice subrayó la necesidad de vivir «la pertenencia al Señor» y llevar «la Buena Noticia a todos».
La misión en tiempos difíciles
Durante su intervención, el Santo Padre destacó que hoy existen entornos donde la fe cristiana es considerada un absurdo o una debilidad. Frente a esta realidad, insistió en que la misión de la Iglesia se vuelve más urgente. Advirtió también sobre un ateísmo práctico entre bautizados, quienes ven a Jesús sólo como un líder admirable y no como el Salvador.
La responsabilidad de anunciar a Cristo
Al asumir el ministerio petrino, León XIV recordó que su tarea es guiar a la Iglesia universal desde Roma. Por ello habló del dolor que provoca la pérdida del sentido de la vida y del desafío de anunciar a un Cristo que muchos desean eliminar por su exigencia ética.
Un modelo a seguir y una promesa
Antes de concluir, el Papa recordó que Cristo es el rostro visible del Padre. Por lo tanto, es un modelo de humanidad santa, y la promesa de una vida eterna. León XIV inicia su pontificado con la esperanza de ser fiel al encargo recibido: custodiar y transmitir la fe.