Jueves 30 de enero: Santa Martina, mártir romana cuyo culto fue revivido 1400 años después de su muerte. Patrona de la ciudad eterna.
Aunque la información más antigua sobre la existencia de Santa Martina se remonta al siglo VI, fue en el siglo XVII cuando su culto experimentó un renacimiento impulsado por el descubrimiento de sus reliquias.
La primera mención de Santa Martina se encuentra en el siglo VI, cuando el Papa Honorio I le dedicó una iglesia en el Foro Romano. Quinientos años después, excavaciones en esta iglesia revelaron las tumbas de tres mártires, lo que sugiere que la fiesta de Santa Martina ya se celebraba en el siglo VIII.
Una vida de fe y martirio
Según la leyenda, Santa Martina era una diaconisa hija de un noble romano. Su abierta profesión de fe la llevó a ser arrestada y llevada ante el tribunal del emperador Alejandro Severo (222-235). Allí, a pesar de las atroces torturas a las que fue sometida, su fe permaneció inquebrantable.
La leyenda cuenta que, al ser arrastrada ante la estatua de Apolo, la joven la destrozó, provocando un terremoto que destruyó el templo y mató a los sacerdotes del dios. El mismo milagro se repitió con la estatua y el templo de Artemisa.
A pesar de estos eventos, sus perseguidores no cejaron en su empeño de doblegar su fe, sometiéndola a crueles tormentos de los que siempre salió ilesa. Finalmente, fue la espada la que puso fin a su sufrimiento, cortando su cabeza y regando con su sangre el suelo de la Iglesia Romana.
El redescubrimiento de una mártir
1400 años después de su martirio, en 1634, las reliquias de Santa Martina fueron redescubiertas. Este hallazgo impulsó al Papa Urbano VIII a proponer nuevamente a los romanos la devoción a la santa, fijando su celebración para el 30 de enero.
El propio Papa Urbano VIII compuso el panegírico de Santa Martina, así como el himno «Martinae celebri plaudite nomini, Cives Romulei, plaudite gloriae», que invita a admirar a la santa por su vida inmaculada, su caridad ejemplar y su valiente testimonio de fe dado a través del martirio.