Santoral católico de hoy: Santos Pablo Niki, Diego Kisai y Juan Soan de Gotó

jueves 06 febrero 2025 | Santoral

Jueves 6 de febrero: 26 cristianos fueron martirizados en Japón en 1597, entre ellos los santos Pablo Miki, Diego Kisai y Juan de Gotó.


El 5 de febrero de 1597, en la ciudad de Nagasaki, Japón, 26 cristianos fueron ejecutados en una colina que pasaría a la historia como la “Colina de los Mártires”. Entre ellos estaban San Pablo Miki, San Juan de Goto y San Diego Kisai, los primeros de una larga lista de jesuitas que dieron su vida en medio de la creciente persecución religiosa en el país asiático.

El crecimiento del cristianismo y la oposición política

El cristianismo llegó a Japón en 1549 de la mano del misionero jesuita San Francisco Javier. Su predicación tuvo un impacto notable, especialmente entre las comunidades cercanas a Nagasaki. Sin embargo, los líderes japoneses comenzaron a ver la religión como una amenaza, temiendo que la influencia española y portuguesa allanara el camino para una invasión extranjera, como había ocurrido en Filipinas.

En 1587, el gobernante Toyotomi Hideyoshi emitió un edicto de expulsión contra los misioneros extranjeros. Aunque la aplicación del decreto fue intermitente, la tensión aumentó cuando en 1596 el capitán de un barco español naufragado insinuó que la presencia de misioneros precedía a una posible ocupación militar. Esto llevó a Hideyoshi a ordenar la captura de todos los franciscanos llegados recientemente desde Filipinas, así como de varios jesuitas locales.

Te puede interesar:  Santoral católico de hoy: el día de los Santos Inocentes

Arresto y condena de los mártires

Entre los detenidos estaban Pablo Miki, un predicador jesuita de Osaka; Diego Kisai, hermano de la Compañía de Jesús; y Juan de Goto, catequista y candidato a la orden. Los tres fueron arrestados el 9 de diciembre de 1596 junto a otros cristianos y trasladados a Kioto, donde sufrieron humillaciones públicas. Como castigo, las autoridades les cortaron el lóbulo de la oreja izquierda antes de enviarlos a Nagasaki en un recorrido a pie que duró un mes.

Durante el trayecto, los prisioneros fueron insultados y maltratados, pero nunca dejaron de predicar. Finalmente, al llegar a Nagasaki, se les permitió recibir asistencia religiosa. En la mañana de la ejecución, entonaron el Te Deum como muestra de su fe inquebrantable.

El legado de la Colina de los Mártires

Atados a cruces y sujetados con bandas de metal, los condenados fueron atravesados por lanzas en el pecho. La brutal ejecución marcó un punto de inflexión en la persecución cristiana en Japón, convirtiendo a los mártires en símbolos de resistencia y fe. Hoy, la Colina de los Mártires en Nagasaki sigue siendo un sitio de memoria histórica y reflexión sobre la libertad religiosa.

Los tres fueron beatificados por el Papa Urbano VIII el 14 de septiembre de 1627. En 1862, en tanto, el Papa Pío IX los proclamó santos de la Iglesia.

Te puede interesar:  Santoral: Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos

 

Fuente: Compañía de Jesús.
Imagen: Fragmento del óleo sobre lienzo «Los santos Pablo Miki, Juan de Goto y Diego Kisai, mártires jesuitas del Japón» (1628), por Pedro García Ferrer.

 

Más noticias