San Expedito, martirizado en 303 por su conversión al cristianismo, es una figura venerada por su rápida acción y ayuda divina en momentos críticos.
San Expedito, el santo de las causas justas y urgentes, fue martirizado el 19 de abril del año 303 durante el reinado de Diocleciano. Originalmente fue un comandante romano, cuya conversión al Cristianismo lo llevó a un final trágico en Melitene, Armenia, junto con sus compañeros soldados.
La historia cuenta que, al convertirse, un cuervo intentó persuadirlo de postergar su decisión, pero Expedito, decidido, respondió «HOY, no dejaré nada para MAÑANA«.
Este acto enérgico lo convirtió en un símbolo de resolución y prontitud. Pero además de su fama por resolver necesidades urgentes, la devoción hacia Expedito lo ha llevado a convertirse en patrono de los Jóvenes, socorro de estudiantes, mediador en juicios y problemas familiares, además de protector en asuntos laborales y de negocios.
Fuente: Aciprensa
Imagen: 1) Fragmento del óleo «San Expedito» (Siglo XIX), de un pintor desconocido de Palermo y 2) «San Expedito», grabado por J.P. Wurzer
